Posteado por: mariana50 | febrero 16, 2010

San Nicolás del Peladero U.S.A.

San Nicolás del Peladero U.S.A.

Miercoles, 10 February 2010 12:50 Varela. Progreso Semanal

 

Por Varela

San Nicolás del Peladero fue un programa de la televisión cubana que simplificaba la época republicana desde un pueblo de provincia ficticio que me cautivó durante mi infancia.

Pero no fue hasta que vine a vivir al sur de la Florida cuando ese mundo histriónico lleno de miserias humanas e hipocresía social se me apareció ante mis ojos en toda su dimensión. Y posiblemente fue el elemento que más influyó para comprender la fauna local en mi trabajo de la caricatura editorial durante quince años en Miami.

Sus personajes se me fueron revelando uno a uno a través del tiempo y en las más inesperadas ocasiones. No hice más que cambiarles los nombres de la televisión para la vida real.

El político demagogo en el poder y su némesis el eterno oposicionista que nunca gana y le critica sus mismos defectos al contrincante. El alardoso manengue, artífice del fraude y la influencia. El guapo de barrio con cuchillo al cinto que alardea de lo que no hace y que en las broncas le dice al que está al lado: «¡No me aguantes!» (pero nadie lo está aguantando). El picador que vive de decir lo que los demás quieren oír. La fonda china donde le echan demasiada agua a los frijoles y todo sucede, todo se habla, todo se escucha. La vedette que chantajea a sus admiradores para beneficio de su show. El guardia rural bruto intimidador. El abusador policía que extorsiona. El adulador director de periódico vendido al poder establecido. El músico oportunista que toca para el alcalde y de allí se va a tocarle al candidato en contra. El mayordomo con pose digno, que si se enferma su amo, dice: «Nos sentimos muy mal» (poniéndose él sufriendo la desgracia del amo). La analfabeta con ínfulas de aristócrata — con boa de peluche al cuello — ridículamente vestida como piñata mexicana que trepa en sociedad donde no la aceptan, cacareando su viaje a París y tan bruta que confiesa que lo único que no le gusta de esa ciudad es que tiene un pozo de petróleo en el medio (la torre de Eiffel).

Nada, que la vida me permitió comprobar la genialidad de Carballido Rey, el libretista de aquel popular programa de televisión pues aquí ví la elección donde votaron hasta los muertos en la alcaldía de Xavier Suárez y las promesas del oposicionista de turno que si no gana es porque su cementerio es menor que el de su rival.

Retraté en mi mente al alardoso terror-cabildero Jorge Mas Canosa que en 1990 dijo que tenía listos tres buques tanques petroleros apenas se cayese Fidel. Al guapo delincuente Nazario Sargén que se inventaba sabotajes en Cuba tirándole fotos a una maqueta incendiada con un tractor de juguete diciendo era su ataque a una cooperativa campesina.

Al picador Pérez Roura que ha vivido del cuento de que el próximo 24 de diciembre el puerquito lo asamos en Ceiba Mocha. Al restaurante Versailles donde todo sucede, todo se habla, todo se escucha (y se le echa demasiada agua a los frijoles). A María Elvira Salazar que estafa la verdad para su espectáculo. A Roberto Martín Pérez nuestro recio  intimidador de guardarraya. A Carlos Álvarez el policía que antes nos dio toletazo y ahora nos mete la mano en el bolsillo. A Humberto Castelló, el heraldo vendido al establishment. A Arturo Sandoval el cornetista que sopló allá y ahora vino a soplar acá. A Saavedra, el sirviente callejero de los Díaz-Balart, al que no aceptan en su medio social pero lo usan para el piquete. Y a Zoé Valdés como la aspirante a aristócrata mascullando francés en cuanto programa es invitada en el ghetto.

San Nicolás del Peladero se puede ver todavía, sólo hay que sintonizar el canal correcto


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